El trabajo de servicios generales de A.A., puede perjudicarse por una
comunicación débil y por falta de especificaciones.
En el trabajo de Paso Doce, en el cual son maestros la mayoría de los
miembros de A.A., la comunicación no tiene fin: el padrino le habla a un borracho; los
oradores hablan con los miembros de A.A. y para ellos, nosotros mismos hablamos con todos
nuestros compañeros.
No hay procedimientos específicos; no existen folletos para todo. El
Libro Grande, Los Doce Pasos y las Doce Tradiciones. Toda esta literatura está a
disposición de quien quiera escuchar y leer.
Pero llegando al trabajo de servicios generales, ese Tercer Legado del
cual Bill W., se sintió tan apegado, la situación es considerablemente distinta. Tenemos
que lograr la atención del alcohólico que todavía está ocupado en su propia
recuperación. Luego debemos enfocarlo un poco hacia la historia de los servicios, para
que descubra sus responsabilidades frente a ellos. Realmente estamos pidiendo que dedique
una parte del tiempo que destina al trabajo de su propia recuperación, para que piense en
otro fase de su nueva vida, una fase de muy largo alcance.
Por ello la comunicación se hace muy difícil al principio, mientras el
miembro de A.A., logra ver la perspectiva del trabajo en los servicios y encuentra una
manera de ajustar su propia idiosincrasia a un trabajo que pueda desempeñar lo mejor
posible y que lo encontrará en este Manual o en otra literatura sobre servicio.
Pero él aprenderá y logrará interesarse. Y usted verificará que el
proceso de enseñanza es muy satisfactorio, tal vez con la brillantez de su primer Paso
Doce, pero habrá una recompensa de todas maneras. ¡Pregunte si no, a cualquier delegado,
actual o anterior!. |