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LAS DOCE TRADICIONES
DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS. |
Para los que estamos en su seno, Alcohólicos Anónimos ha
hecho que la desgracia se convierta en sobriedad y frecuentemente ha significado la
diferencia entre la vida y la muerte.
A.A., puede, desde luego,
significar justamente esto mismo para innumerables alcohólicos a quienes no ha llegado
todavía.
Por lo tanto, ninguna otra
asociación de hombres y mujeres ha tenido nunca una necesidad más urgente de eficacia
continua y unión permanente. Nosotros los alcohólicos vemos que tenemos que trabajar
juntos y conservarnos unidos o de lo contrario la mayoría de nosotros pereceremos.
Las "Doce
Tradiciones"de Alcohólicos Anónimos son, según creemos los que pertenecemos a
A.A., las mejores respuestas que ha dado hasta ahora nuestra experiencia a esas siempre
apremiantes preguntas: -"¿Cómo puede funcionar A.A. de una manera óptima. ?"
y "¿ Cuál es la mejor manera de conservar la integridad de A.A., y asegurar así
que sobreviva.?".
A continuación aparecen las
Doce Tradiciones de A.A., de manera comparativa, la llamada "forma breve", que
en la actualidad es de uso general. Esta es una versión condensada de la "forma
larga"original que se publicó por primera vez en 1.945. |
ESTAS SON LAS DOCE
TRADICIONES DE A.A. |
TRADICIÓN |
ENUNCIADO
DE LAS TRADICIONES SEGÚN LA FORMA: |
FORMA
BREVE. |
FORMA
LARGA. |
1 |
Nuestro
bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad
de A.A. |
Cada
miembro de A.A. no es sino una pequeña parte de un gran todo. Es necesario que A.A. siga
viviendo o, de lo contrario, la mayoría de nosotros seguramente morirá. Por esto nuestro
bienestar común tiene prioridad. No obstante, el bienestar individual lo sigue muy de
cerca. |
2 |
Para el
propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso que
puede manifestarse en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que
servidores de confianza. No gobiernan. |
Para el
propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso que
puede manifestarse en la conciencia de nuestro grupo. |
3 |
El
único requisito para ser miembro de A.A. es querer dejar la bebida. |
Nuestra
comunidad debe incluir a todos los que sufren de alcoholismo. Por eso no podemos rechazar
a nadie que quiera recuperarse. Ni debe el ser miembro de A.A. depender del dinero o de la
conveniencia. Cuando quiera que dos o tres alcohólicos se reúnan en interés de la
sobriedad, podrán llamarse un grupo de A.A. con tal que, como grupo, no tenga otra
afiliación. |
4 |
Cada
grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a A.A.,
considerado como un todo. |
Con
respecto a sus propios asuntos, todo grupo de A.A. debe ser responsable únicamente ante
la autoridad de su propia conciencia. Sin embargo, cuando sus planes afecten el bienestar
de los grupos vecinos, se deben consultar con los mismos. Ningún grupo, comité regional
o miembro, debe tomar ninguna acción que pueda afectar de manera significativa a la
Comunidad como un todo, sin discutirlo con los Custodios de la Junta de Servicios
Generales. Referente a estos asuntos, nuestro bienestar es de altísima importancia. |
5 |
Cada
grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está
sufriendo. |
Cada
grupo de A.A. debe ser una entidad espiritual con un solo objetivo primordial: el de
llevar el mensaje al alcohólico que aún sufre. |
6 |
Un grupo
de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna entidad
allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y prestigio
nos desvíen de nuestro objetivo primordial. |
Los
problemas de dinero, propiedad y autoridad nos pueden fácilmente desviar de nuestro
objetivo espiritual, somos por lo tanto, de la opinión de que cualquier propiedad
considerable de bienes de uso legítimo para A.A. debe incorporarse y dirigirse por
separado, para así diferenciar lo material de lo espiritual. Un grupo de A.A. como tal,
nunca debe montar un negocio. Las entidades de ayuda suplementaria, tales como los clubes
y hospitales que suponen mucha propiedad o administración compleja, deben incorporarse
separadamente, de manera que, si es necesario, los grupos las puedan desechar con completa
libertad. Por eso estas entidades no deben utilizar el nombre de A.A. La responsabilidad
de dirigir estas entidades debe recaer únicamente sobre quienes las sostienen
económicamente. En cuanto a los clubes, normalmente se prefieren directores que sean
miembros de A.A. Pero los hospitales, así como los centros de recuperación, deben operar
totalmente al margen de A.A. y bajo supervisión médica. Aunque un grupo de A.A. puede
cooperar con cualquiera, esta cooperación nunca debe convertirse en afiliación o
respaldo, ya sea real o ficticia. Un grupo de A.A. no puede vincularse a nada. |
7 |
Todo
grupo de A.A. debe mantenerse completamente a sí mismo, negándose a recibir
contribuciones de afuera. |
Los
grupos de A.A. deben mantenerse completamente con las contribuciones voluntarias de sus
miembros. Nos parece conveniente que cada grupo alcance esta meta lo antes posible;
creemos que cualquier solicitud pública de fondos que emplee el nombre de A.A. es muy
peligrosa, ya sea hecha por grupos, clubes, hospitales u otras agencias ajenas; que el
aceptar grandes donaciones de cualquier fuente, o contribuciones que supongan cualquier
obligación, no es prudente. Además, nos causan mucha preocupación aquellas tesorerías
de A.A. que siguen acumulando dinero, salvo una reserva prudente, sin tener para ello un
determinado propósito de A.A. A menudo la experiencia nos ha advertido que nada hay que
tenga más poder para destruir nuestra herencia espiritual que las disputas vanas sobre la
propiedad, el dinero y la autoridad. |
8 |
A.A.
nunca tendrá carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden emplear
trabajadores especiales. |
A.A.
debe mantenerse siempre no profesional. Definimos el profesionalismo como la ocupación de
aconsejar a los alcohólicos a cambio de una recompensa económica. Pero debemos emplear a
los alcohólicos en los casos en que se ocupen de aquellos trabajos para cuyo desempeño
tendríamos, de otra manera, que contratar a gente no alcohólica. Estos servicios
especiales pueden ser bien remunerados. Pero nunca se debe pagar por nuestro acostumbrado
trabajo de Paso Doce. |
9 |
A.A.
como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio que
sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven. |
Cada
grupo debe tener un mínimo de organización. La dirección rotativa es la mejor. El grupo
pequeño puede elegir su secretario, el grupo grande su comité rotativo y los grupos de
una extensa área metropolitana, su comité central o de Intergrupos que a menudo emplea
un secretario asalariado de plena dedicación. Los Custodios de la Junta de Servicios
Generales constituyen efectivamente nuestro Comité de Servicios Generales de A.A. Son los
guardianes de nuestra tradición y los depositarios de las contribuciones voluntarias de
los A.A. a través de los cuales mantenemos nuestra Oficina de Servicios Generales. Tienen
la autoridad conferida por los grupos para hacerse cargo de nuestras relaciones públicas
en forma global y aseguran la integridad de nuestra publicación "A.A. El
Mensaje". Todos estos representantes deben guiarse por el espíritu de servicio,
porque los verdaderos líderes de A.A. son solamente los fieles y experimentados
servidores de la Comunidad entera. Sus títulos no les confieren ninguna autoridad real,
no gobiernan. El respeto universal es la clave de su utilidad. |
10 |
A.A. no
tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente su nombre
nunca debe mezclarse en polémicas públicas. |
Ningún
miembro o grupo nunca debe, de manera que pueda comprometer a A.A., manifestar ninguna
opinión sobre cuestiones y polémicas ajenas, especialmente las que tengan qué ver con
la política o la religión. Los grupos de A.A. no se oponen a nadie. Con respecto a estos
asuntos, no pueden expresar opinión alguna. |
11 |
Nuestra
política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción;
necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el
cine. |
Nuestras
relaciones con el público en general deben caracterizarse por el anonimato personal.
Opinamos que A.A. debe evitar la propaganda sensacionalista. No se deben publicar, firmar
o difundir nuestros nombres o fotografías, identificándonos como miembros de A.A.
Nuestras relaciones públicas deben guiarse por el principio de la atracción en vez de la
promoción. Nunca tenemos la necesidad de alabarnos a nosotros mismos. Nos parece mejor
dejar que nuestros amigos nos recomienden. |
12 |
El
anonimato es la base espiritual de todas nuestras Tradiciones, recordándonos siempre
anteponer los principios a las personalidades. |
Finalmente,
los Alcohólicos Anónimos creemos que el principio de anonimato tiene una inmensa
significación espiritual. Nos recuerda que debemos anteponer los principios a las
personalidades; que debemos vivir una verdadera humildad. Todo esto a fin de que los
beneficios que conocemos no nos estropeen y que vivamos en contemplación constante y
agradecida de Dios, que preside sobre todos nosotros. |
Reimpreso
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