Casi
todo miembro de A.A. declara que no hay satisfacción más profunda, ni alegría más
grande que un trabajo de Paso Doce bien hecho. La esencia de lo que recibimos cuando
llevamos el mensaje de A.A. a otro alcohólico, está en observar cómo los ojos de
hombres y mujeres se abren admirados cuando se mueven desde la oscuridad hacia la luz,
palpar cómo sus vidas se van llenando rápidamente con un nuevo objetivo y significado,
ver como vuelven a unirse las familias, contemplar al alcohólico proscrito recibido
nuevamente como ciudadano en su comunidad y, sobre todo, comprobar cómo van despertando
esas personas ante la presencia de un Dios amoroso en sus vidas. (Doce Pasos y Doce
Tradiciones, Novena Edición, Febrero de 1.996, Página 116)
Esta
es una entre otras actividades con la que nos hemos comprometido en nuestro Distrito Uno
de Cartago. Entendemos que otras personas alcohólicas deben tener la misma gran
oportunidad que nosotros hemos tenido. Y será así como crecerá nuestro Distrito, si
mantenemos presente este propósito, en aras del cumplimiento de los objetivos de
Alcohólicos Anónimos. |