Existen más de 100.000 grupos
de A.A. en el mundo. Por lo general, un miembro asiste regularmente a las reuniones de un
grupo cerca de su domicilio; no obstante, todo miembro puede asistir a cualquier reunión
de A.A. en cualquier parte. La mayoría de los grupos efectúan dos o más reuniones
semanales, algunas "cerradas" (sólo para miembros de A.A.), otras
"abiertas" (para cualquier interesado). En estas reuniones, los miembros hablan
de sus experiencias con la bebida antes de ingresar en A.A. y explican cómo los
principios de A.A. les llevaron a la sobriedad y a un nuevo punto de vista. A través de
sus interpretaciones del programa, los miembros veteranos tratan de ayudar tanto a los
recién llegados como a sí mismos. Las reuniones son informales y generalmente deparan
oportunidades de tener una tertulia y tomar café sentados alrededor de una mesa, lo que
le puede permitir formarse un concepto más claro de la variedad de gente que pertenece a
esta comunidad. Los alcohólicos que no
están familiarizados con A.A. pueden creer que la comunidad es sólo para beodos de mala
calaña, habitantes de barrios perdidos y, por lo tanto, no tiene nada que ofrecerles. La
realidad es muy diferente.
La creencia de que A.A. es
para vagabundos y desarrapados es sólo en parte acertada y esta parte es, pequeñísima.
Aunque es cierto que algunos hombres y mujeres en barrios perdidos o lugares parecidos se
sobreponen a una existencia desesperada para lograr su sobriedad y llevar una vida
responsable a través de A.A., la mayoría de los miembros de la Comunidad representa a la
sociedad en general. Entre ellos se cuentan profesores, gente de negocios y ejecutivos,
así como también gente con poca o ninguna educación formal. Un agente de Bolsa y un
cirujano fundaron A.A. El alcoholismo no respeta inteligencia, el talento, la educación o
la posición social y puede afectar tanto a una enfermera o a un médico como a un artista
o a un escritor. |