Hay que destacar el hecho de que el
único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Nada más. A.A.
no exige juramento ni compromisos personales de ninguna clase. Durante sus días de
bebedores, muchos A.A. hicieron votos solemnes, juramentos de abstinencia, y muchos
frecuentemente lograban abstenerse, sin resultados perdurables. El enfoque de A.A. es más
práctico. Se basa en la idea de que cada bebedor problema, en una u otra época, ha
pasado, por lo menos 24 horas sin beber. Por esto, los miembros no se comprometen a dejar
de beber para siempre, ni por un plazo largo de tiempo. Se dan cuenta de que hoy no se
puede hacer nada respecto al trago que deseen mañana. Los A.A. se concentran en
mantenerse sobrios hoy, durante estas 24 horas. Del mañana se ocuparán cuando llegue.
Debido a que asistir asiduamente a las reuniones de A.A. desempeña una
parte decisiva en el mantenimiento de la sobriedad, los seres queridos de un alcohólico
tal vez se preguntarán dónde encajan ellos dentro del programa de recuperación. Algunas
de estas personas asisten a las reuniones abiertas de A.A. Les deparan una oportunidad
para participar en el viaje del alcohólico hacia una vida sana. Ofrece también la
oportunidad de ver cómo otra gente está respondiendo al reto de vivir con un bebedor
problema que ya no bebe. Las reuniones de Al-Anon, anteriormente mencionadas, les ofrecen
otras oportunidades para reunirse y hablar de sus problemas con gente que se encuentra en
circunstancias similares a la suya.
Es probable que la mayoría de la gente, al asistir a una reunión de
A.A., así como en sus contactos con miembros de la Comunidad, se impresione mucho con la
frecuencia con que la gente ríe y con el ambiente de camaradería calurosa y de buen
humor que existe. Esto es característico de A.A. Por lo general, los miembros toman su
alcoholismo en serio, pero no a sí mismo. Una parte del proceso de recuperación es
reírse de las experiencias que una vez le hicieron llorar |